Ha sido muy interesante poder contrastar con los asistentes la gran diversidad de casuísticas que deben afrontar las empresas en su operativa diaria y una satisfacción poder resolver todas las dudas planteadas.

Al final deberá imponerse el sentido común y adoptar medidas que sean razonables y puedan conciliarse con la gestión de la empresa. Por ello  la recomendación es que la empresa intente disponer de medios de prueba admitidos en derecho que sean consistentes y difícilmente cuestionable por la autoridad fiscal. Y si puede disponer de todos los medios de prueba establecidos en el Reglamento comunitario mucho mejor, porqué así se beneficiará de una presunción a su favor, que es mucho más difícil de rebatir por la autoridad fiscal.