Lo sorprendente es que uno de los cambios que puede tener más afectación en la operativa del día a día de las empresas es el procedimiento para justificar la salida de las mercancías, ya que se hace más exigente.

Esta cuestión, aparentemente formal y de carácter puramente administrativo, puede condicionar la estrategia contractual y los términos en que estamos vendiendo y comprando a nuestros clientes y proveedores comunitarios. Pues según quien sea el responsable del transporte, el procedimiento puede llegar a ser más o menos complejo y el riego fiscal asociado aumentar.

Como vendedores es posible que nos replanteemos la conveniencia de controlar el transporte para simplificar el procedimiento que nos permita probar la salida de la mercancía hacia otro EM.

Los equipos comerciales y logísticos deben coordinarse con el área de administración para ver qué protocolo se va a seguir a este respecto.

En el caso de grupos de multinacionales de ámbito comunitario la estrategia debería ser global para evitar distorsiones en sus transacciones Inter-Company.