EE. UU. – Unión Europea: ¿En qué punto está el nuevo acuerdo comercial y qué significa para las empresas exportadoras?
En los últimos meses hemos escuchado hablar de un nuevo acuerdo comercial EE.UU.–UE. Muchos empresarios se preguntan: ¿es ya un tratado firmado como el T-MEC (EEUU-Canadá-México) ¿Está en vigor? ¿Qué efectos reales tiene para mi empresa?
La respuesta es que no estamos todavía ante un tratado definitivo, sino ante un marco de entendimiento político que ambos bloques han comenzado a aplicar parcialmente.
¿Qué se ha puesto en marcha con el acuerdo comercial EE.UU.–UE?
- Reducción de aranceles en EE. UU.
Los productos europeos que entran al mercado estadounidense ya se benefician de un tope máximo del 15 % en los aranceles, especialmente en sectores como la automoción. - Exenciones para algunos sectores
Bienes como aeronaves, ciertos productos farmacéuticos o recursos naturales no disponibles en EE. UU. han quedado fuera de este arancel adicional, manteniendo condiciones de acceso más favorables. - Compromisos energéticos y tecnológicos
La UE se ha comprometido a comprar energía y tecnología estadounidense (gas natural licuado, chips de IA, etc.), lo que refuerza la interdependencia entre ambos mercados.
¿Qué falta por definir en el acuerdo comercial EE.UU.–UE?
- Texto legal final: El marco aún no es un tratado ratificado. Para ser plenamente vinculante, cada parte debe transformarlo en normas internas.
- Detalles técnicos: Quedan pendientes las reglas de origen, la lista exacta de productos con trato especial y los mecanismos de solución de controversias.
- Barreras no arancelarias: Aspectos como normas técnicas, certificaciones y requisitos sanitarios todavía necesitan ajustes para facilitar el comercio real.
- Estabilidad política: Muchas medidas se han adoptado vía órdenes ejecutivas en EE. UU., lo que implica que podrían modificarse con un cambio de administración.

La evolución de los aranceles EE. UU.–UE en tres etapas
La imagen refleja bien la montaña rusa de los aranceles entre Estados Unidos y la Unión Europea. Antes de Trump, los aranceles eran muy bajos (0–5 % en la mayoría de productos), lo que facilitaba la exportación. Con las medidas de Trump, muchos sectores sufrieron incrementos drásticos: en automoción hasta el 27,5 % y en productos farmacéuticos de marca hasta el 100 %. El nuevo acuerdo marco rebaja esos picos y establece un tope máximo del 15 %, lo que supone un alivio frente al escenario anterior, aunque todavía más caro que el comercio previo a la guerra arancelaria.
¿Y qué pasa con los nuevos aranceles de Trump a los productos farmacéuticos?
El anuncio más reciente del presidente Trump ha añadido incertidumbre: se ha planteado un arancel del 100 % a los medicamentos de marca o patentados que no se fabriquen en EE. UU.
Sin embargo, dentro del marco comercial EE. UU.–UE ya se fijaron excepciones importantes:
- Los productos farmacéuticos genéricos y sus materias primas seguirán con aranceles reducidos o nulos.
- Para el resto, se estableció un límite máximo del 15 % en los aranceles aplicables a exportaciones europeas del sector farmacéutico.
En la práctica, esto significa que la medida de Trump no debería aplicarse en toda su dureza a los productos europeos, aunque sí crea incertidumbre política y legal que las empresas deben tener presente.
Revisa cómo están clasificados tus productos (genéricos vs. patentados), mantente atento a la lista oficial de bienes afectados y busca asesoramiento antes de cerrar contratos a largo plazo. Este escenario aún está en evolución y conviene actuar con prudencia y flexibilidad.
¿Qué significa todo esto para las empresas exportadoras?
- Oportunidades inmediatas: si exportas a EE. UU., revisa si tus productos ya se benefician de la reducción arancelaria.
- Cautela en la planificación: el marco está en fase inicial. No conviene basar toda tu estrategia en reglas que todavía no son definitivas.
- Seguimiento activo: mantente informado sobre las actualizaciones. Lo que hoy es un alivio arancelario puede ampliarse (o limitarse) en meses.
- Diversificación: evita depender en exceso de un único mercado. Aprovecha la apertura, pero sin descuidar otras regiones.
- Asesoramiento especializado: antes de firmar contratos a largo plazo o fijar precios de exportación, consulta cómo se están aplicando los aranceles a tu sector concreto.
Estamos en un punto intermedio: ya se han dado pasos prácticos que podrian mejorar las posisbilidades de exportación con respecto al escenario inicial con Trump, pero aún faltan piezas clave para tener un tratado completo y estable.
Para las pymes, la recomendación es aprovechar las ventajas actuales con prudencia, estar atentas a los cambios y contar con un buen acompañamiento en comercio exterior.
AUTOR
Asun Cirera
Abogada
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